28 marzo 2008

Mariana


(Para Mariana, allá donde esté)


Te dicen que ha muerto. Tratas de olvidarlo, tratas de llevar la noticia por el camino de los avatares de tu vida cotidiana. Sigues viendo la televisión, modulas tu voz para que no te delate la angustia. Pasas la tarde en la calle, hablas con tu mujer, con tus hermanos, con tus sobrinos, tomas cervezas y procuras que tu mirada no se pierda, que la voz no se ahogue en mitad de una frase. Pero cuando te has bebido seis cervezas, después del chupito de whisky, mientras avanzas por la calle llena de charcos de luz y de sombra a esta hora tardía, piensas en ella, que ocupó una semana de tu vida, que estuvo desnuda y pegada a ti sobre una manta en el salón de tu piso alquilado, en los años en que no eras más que un hombre que empezaba a descubrir el sexo. Ella estuvo a tu lado, debajo de ti, encima de ti, ella te miró moviéndose sobre tu cuerpo, creando olas en tu piel y en tu mente con el vaivén de sus caderas, de su melena y de su piel oscura que se borraba y se hacía definitivamente real ante tus ojos entrecerrados. Fue compañera de una semana, sólo eso. Y ahora que está muerta quieres pensar en ella, sólo en su cara, en su voz, en su manera de apartarse la melena de la cara, de regañarte cada vez que le hacías perder la paciencia. Pero ves su cuerpo desnudo, la sientes durante un instante encima de ti, de tu placer breve, y quieres llorar, te preguntas por qué un cáncer elige a una víctima de apenas cuarenta años, por qué la crueldad, por qué la brevedad, y te acuestas junto a tu mujer y no dejas de recordar y ves el cuerpo desnudo, los ojos y la piel morena y el pelo negro y te dices que el dolor es siempre una mancha que no puede eliminarse, que ya nada puede borrar.


Foto : Willy Ronis

25 marzo 2008

Arthur C. Clarke y Fernando Savater


Se nos fue un maestro de la literatura, un escritor grande que nos legó sus sueños y deseos para un futuro verdaderamente mejor. "El fin de la infancia" me parece una novela destacadísima, de las más interesantes del pasado siglo, de las necesarias. Pero nada más tengo que añadir sino el enlace para que quien quiera lea el excelente artículo de Fernando Savater, publicado en El País hoy, lleno de sensibilidad, inteligencia y una frescura que añoro tantas veces en otros textos literarios.

Las arenas de Marte, de Fernando Savater.

22 marzo 2008

Hombres en el engranaje


Nuestra civilización está enferma. Somos víctimas que matamos, somos muertos que asesinamos, somos solitarios que dejamos solos a otros, somos débiles que nos empleamos con ímpetu en maltratar a los que son aún más débiles. Creo que hay que intentar otras vías. La ciencia es un páramo para lo ético. La política es un páramo para la razón. El individualismo es un páramo para la esencia humana.Hay que buscar otras vías. Romper, ver qué queda y recomenzar. Tenemos mucha información, mucha preparación, pero no damos pasos adelante. El mal de los intelectuales. El mal de la manipulación. El mal de sólo ver el mal y ahogarnos en la marea del no querer saber más para no quedarnos ciegos y tontos. Pero vendrán más años malos y nos harán más ciegos, como decía Sánchez Ferlosio. Y entonces alguien llegará y tendrá todo el derecho de decirnos que somos ciegos y cobardes.

(Texto surgido tras una visita al blog "Tonterías emocionales", de María, que os recomiendo, y dedicado al gran escritor Ernesto Sábato)

11 marzo 2008

Cómo publicar


¿Qué harías vosotros?
Tenéis una novela que no le ha interesado a ninguna editorial. Alguna se ha quedado a un paso de publicarla, otras editoriales la rechazaron a la primera, otras esperaron un tiempo prudencial pero no dieron un paso adelante.
Esa novela sigue gustándoos, os convence, creéis que es digna, que merece la pena publicarla.


Opciones: A/ Seguir esperando, mandar a editoriales a las que aún no le habéis remitido vuestra creación. B/ Publicarla en lulu.com, ponerle un precio asequible -no se trata de ganar dinero- y darla, de alguna manera, por publicada y que se busque la vida ella solita. C/ Publicarla en un blog.

Bueno, vosotros diréis.


Foto: Manuscrito de Camilo José Cela, en la web del escritor José García Nieto

06 marzo 2008

Albert Camus y nuestra civilización


En su libro "Carnets, 2", apto para la lectura y la relectura, para repensar nuestro mundo, encontramos estas impagables reflexiones de Albert Camus:

La inteligencia moderna está en plena confusión. El conocimiento se ha dilatado a tal extremo que el mundo y el espíritu han perdido todo punto de apoyo. Es un hecho que estamos enfermos de nihilismo. Pero lo más sorprendente son las prédicas sobre "retornos". Retorno a la Edad Media, a la mentalidad primitiva, a la tierra, a la religión, al arsenal de las viejas soluciones. Para atribuir a estas panaceas una pizca de eficacia habría que hacer tabla rasa de nuestros conocimientos -hacer como si no hubiéramos aprendido nada-, fingir, en suma, que borramos lo que no puede borrarse. Habría que tachar de un plumazo el aporte de varios siglos y las innegables conquistas de un espíritu que finalmente (es su último progreso) recrea el caos por su propia cuenta. Esto es imposible. La curación tendrá que conciliarse con esta lucidez, con esta clarividencia. Deberá tener en cuenta las luces que conquistamos desde el instante de nuestro exilio. La inteligencia no está confundida porque el conocimiento haya trastornado el mundo. Lo está porque no ha podido adaptarse a ese trastorno. No "se ha hecho a la idea". Que se haga a ella, y la confusión desaparecerá. El espíritu podrá enfrentarse al desorden con la clara conciencia de que existe. Hay que rehacer toda una civilización.

¿Suscribís sus palabras?


Foto: Henri Cartier-Bresson